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terça-feira, 27 de novembro de 2012

Num dia como hoje morria o "Boca do Inferno"



Em 26 de novembro de 1695 morria Gregório de Matos, mais conhecido como "O boca do inferno”. Em tempos de imprensa comprada, intelectuais descomprometidos com as causas sociais precisamos de muitos como "o boca do inferno" para sublinhar em letras desconcertantes o que teimamos em ignorar. Salve Gregório de Matos! A Bahia não mudou muito desde que ele nos deixou. (Juliana Brito).


"Que falta nesta cidade? ... Verdade.
Que mais por sua desonra? ... Honra.
Falta mais que se lhe ponha? ... Vergonha."


Advogado e poeta, nasceu na então capital do Brasil, Salvador, BA, em 7 de abril de 1623, numa época de grande efervescência social, e faleceu em Recife, PE, em 1696. É o patrono da Cadeira n. 16, por escolha do fundador Araripe Júnior.

Foram seus pais Gregório de Matos, fidalgo da série dos Escudeiros, do Minho, Portugal, e Maria da Guerra, respeitável matrona. Estudou Humanidades no Colégio dos Jesuítas e depois transferiu-se para Coimbra, onde se formou em Direito. Sua tese de doutoramento, toda ela escrita em latim, encontra-se na Biblioteca Nacional. Exerceu em Portugal os cargos de curador de órfãos e de juiz criminal e lá escreveu o poema satírico Marinícolas. Desgostoso, não se adaptou à vida na metrópole, regressando ao Brasil aos 47 anos de idade. Na Bahia, recebeu do primeiro arcebispo, D. Gaspar Barata, os cargos de vigário-geral (só com ordens menores) e de tesoureiro-mor, mas foi deposto por não querer completar as ordens eclesiásticas. Apaixonou-se pela viúva Maria de Povos, com quem passou a viver, com prodigalidade, até ficar reduzido à miséria. Passou a viver existência boêmia, aborrecido do mundo e de todos, e a todos satirizando com mordacidade. O governador D. João de Alencastre, que primeiro queria protegê-lo, teve afinal de mandá-lo degredado para Angola, a fim de o afastar da vingança de um sobrinho de seu antecessor, Antônio Luís da Câmara Coutinho, por causa das sátiras que sofrera o tio. Chegou a partir para o desterro, e advogava em Luanda, mas pôde voltar ao Brasil para prestar algum serviço ao Governador. Estabelecendo-se em Pernambuco, ali conseguiu fazer-se mais querido do que na Bahia, até que faleceu, reconciliado como bom cristão, em 1696, ao 73 anos de idade.

Como poeta de inesgotável fonte satírica não poupava ao governo, à falsa nobreza da terra e nem mesmo ao clero. Não lhe escaparam os padres corruptos, os reinóis e degredados, os mulatos e emboabas, os “caramurus”, os arrivistas e novos-ricos, toda uma burguesia improvisada e inautêntica, exploradora da colônia. Perigoso e mordaz, apelidaram-no de “O Boca do Inferno”. Foi o primeiro poeta a cantar o elemento brasileiro, o tipo local, produto do meio geográfico e social. Influenciado pelos mestres espanhóis da Época de Ouro Góngora, Quevedo, Gracián, Calderón sua poesia é a maior expressão do Barroco literário brasileiro, no lirismo. Sua obra compreende: poesia lírica, sacra, satírica e erótica. Ao seu tempo a imprensa estava oficialmente proibida. Suas poesias corriam em manuscritos, de mão em mão, e o Governador da Bahia D. João de Alencastre, que tanto admirava “as valentias desta musa”, coligia os versos de Gregório e os fazia transcrever em livros especiais. Ficaram também cópias feitas por admiradores, como Manuel Pereira Rabelo, biógrafo do poeta. Por isso é temerário afirmar que toda a obra a ele atribuída haja sido realmente de sua autoria. Entre os melhores códices e os mais completos, destacam-se o que se encontra na Biblioteca Nacional e o de Varnhagen no Palácio Itamarati. (Cortesia da Academia Brasileira de Letras).

Fonte1 da reprodução: LPM
Fonte2:http://almocodashoras.blogspot.com.br/2012/11/num-dia-como-hoje-morria-o-boca-do.html

Crise e feminização da pobreza



* Por Judit Esparza
para TintaRoja.es

Si los derechos de la clase trabajadora nunca se regalaron en los países capitalistas, los derechos de las mujeres no son ninguna excepción.


Los escasos e insuficientes derechos conquistados por la mujer tuvieron que ver, por un lado, con su lucha y, por otro, con la existencia de un bloque socialista, en el que las mujeres participaron desde el principio, consiguiendo una serie de derechos en materia laboral, social, familiar y de igualdad impensable en países capitalistas. Por poner algunos ejemplos: mujeres totalmente inmersas en el mercado laboral, salarios equiparados a sus compañeros varones según el principio "igual trabajo, igual salario", ayudas y prestaciones a la maternidad, amplia red de guarderías y espacios infantiles gratuitos y de amplio horario, socialización del cuidado de menores y personas dependientes, facilidades a la hora de decidir su relación familiar y su maternidad... cuestiones que colocaban a la mujer en un estatus mucho más avanzado del que contamos en la actualidad en los países capitalistas y que, tras el derrumbe del bloque socialista las colocaron, igual que a la mayor parte de la población de dichos países, en unas condiciones totales de miseria y pobreza, siendo las mujeres las más desfavorecidas.

El derrumbe del bloque socialista no sólo afectó a aquellos países que habían disfrutado del socialismo, sino que también influyó enormemente en el resto de países. Las consecuencias para la clase obrera en general, y para la mujer en particular, han sido una pérdida gradual de derechos que influyen directamente en nuestras condiciones de trabajo y de vida.

El término de "feminización de la pobreza", puesto ahora de moda en el contexto actual de crisis, no es nada nuevo y ya se daba con aterioridad a 2007, igual que otros muchos fenónemos como la precariedad en colectivos de jóvenes, mujeres e inmigrantes (especialmente), el desempleo estructural (2 millones de trabajadores/as), los bajos salarios o los desahucios.

Evidentemente, todos estos problemas, propios del capitalismo, se incrementan en este período de crisis sistémica en el que el capital necesita destruir fuerzas productivas y crear nuevos mercados para aumentar sus beneficios. En este sentido, se está produciendo un ataque brutal a los derechos de la clase trabajadora en general, y de las mujeres en particular.

Las mujeres somos uno de los colectivos que más sufrimos el capitalismo y sus crisis. Si en el capitalismo en general nuestro papel es el de unas bajas cuotas de representatividad, que principalmente se reducen al interior del hogar, así como un papel subsidiario al del hombre en el mercado laboral, esto se acrecienta en períodos de crisis.

Somos mujeres quienes nos vemos afectadas en mayor medida por contratos eventuales, discontinuos, de prácticas o de sustitución, siendo cada vez más fácil y más barato despedirnos. Somos nosotras quienes coptamos buena parte del empleo sumergido, con lo que ello implica de cara a la cotización y todo lo que se deriva de ello (prestaciones por desempleo, pensiones, derecho a seguridad social...), existe una brecha de más del 30% de sueldo entre nosotras y nuestros compañeros varones, somos nosotras quienes realizamos la mayor parte del trabajo no remunerado.

En los inicios de este nuevo período de crisis estructural, tuvimos que lidiar con el engaño de que esto era "una nueva oportunidad para la mujer y para la igualdad". Siendo sectores como la construcción o la industria (principalmente ocupados por hombres), los más perjudicados en un principio, se produjo una incorporación de mujeres al mercado laboral. Pero el hecho de tener un trabajo no significa mantener unas condiciones de vida dignas, y desde luego eso fue lo que pasó con las mujeres que se incorporaron al mercado laboral. Las condiciones de los puestos de trabajo que ocupaban no permitían su independencia económica, ni siquiera un apoyo decente a la economía familiar. Hablamos de sectores muy precarizados y con pésimas condiciones (como servicios sociales o cuidados): contratos a tiempo parcial, bajos salarios, altas tasas de temporalidad... Además, este nuevo engaño del sistema duró poco, siendo inmediatamente atacados estos sectores, y aumentando por lo tanto el desempleo femenino.
En cuanto al desempleo, hay que tener en cuenta que, si bien el número total de desempleados varones es superior al de mujeres, la tasa de actividad de estas es menor a la de los varones y, sin embargo, es mayor la tasa de desempleo. Especialmente preocupante es la tasa de desempleo entre mujeres jóvenes de entre 16 y 25 años (eso teniendo en cuenta que la tasa de desempleo sólo se mide en función de las mujeres apuntadas como demandantes de empleo, lo que implica que en realidad es mucho mayor), no llegando muchas jóvenes a incorporarse siquiera al mercado laboral, y quedando sujetas al ámbito privado del hogar, privadas de cualquier tipo de ingreso por mínimo que sea.
Y no es sólo el desempleo, sino las prestaciones a las que las mujeres podemos optar una vez nos encontramos en esa situación: los tipos de contratos, la escasa cotización a la seguridad social y los salarios de miseria, provocan que nuestras prestaciones por desempleo sean de una ínfima cuantía y por el menor tiempo.

Pasa lo mismo con las pensiones, cobrando las mujeres aquellas de menor cuantía en todos los casos. Además, reformas como la llamada "pensionazo" provocarán que en un futuro se acreciente más esta situación de feminización de la pobreza, pudiendo optar aún menos a una pensión decente, precisamente por cuestiones como los bajos salarios o las cotizaciones irregulares a la seguridad social.

Los recortes y la pérdida de derechos para la clase trabajadora nos afectan de manera especial. Por poner un ejemplo, el último recorte del 15% en servicios sociales nos afecta de manera sangrante, ya que implica que todo aquello que no sea cubierto por el estado debido a ese recorte (especialmente todo el tema de cuidado de personas dependientes), será cubierto por mujeres de manera gratuita.

Nos encontramos en un período en el que las tasas de pobreza están aumentando de manera alarmante. Entre esas tasas de pobreza, la pobreza entre las mujeres aumenta de manera especial, entre otras cosas por todo lo anterior. La mayoría de los hogares pobres están encabezados por una mujer, o son hogares en los que vive una mujer sola.

Y ante todo esto, nos encontramos ahora con "el día contra la violencia de género". Como si todo lo anterior, consecuencia del propio sistema, no fuese violencia contra la clase trabajadora en general y la mujer en particular. No hay nada más grave y más sangrante que una mujer que pierde la vida, y ya van más de 90 este año. Pero esto no es sino una consecuencia del sistema. No se puede lamentar las consecuencias sin atacar las causas. No se puede lamentar una muerte y no atacar al sistema capitalista, que provoca todas las situaciones antes mencionadas dejándonos en una situación de desprotección total. No se puede lamentar una muerte y no atacar el patriarcado, que hecha sobre la mujer la culpa de la violencia contra ellas (no se atrevió a denunciar, es una cobarde, como puede una mujer permitir que le pase esto...) y que nos impone unos cánones que nos colocan en una situación inferior al hombre en todos los sentidos. La alianza entre el capitalismo y el patriarcado es criminal, y tienen consecuencias nefastas para nosotras. Debemos dar una respuesta para romper nuestras cadenas de género y de clase. Debemos luchar por la construcción de la sociedad socialista-comunista.

Fonte1: Pravda (Estado español)
Fonte2:http://almocodashoras.blogspot.com.br/2012/11/crise-e-feminizacao-da-pobreza.html

domingo, 25 de novembro de 2012

O direito na corda bamba ou “de bunda de bebê e cabeça de juiz…”





* Por Nadjara Régis


É impossível não ficar estarrecida com determinadas interpretações da lei, ou, para melhor caracterizar, ausência de interpretação. Pois que o Superior Tribunal de Justiça (STJ) precisou se manifestar para dizer a um grupo de magistrados – um da primeira instância e outros de segunda instância – o que é óbvio ao menos para as pessoas que não perderam o afeto, a fraternidade: uma criança em adoção não pode ser retirada de uma boa convivência familiar para hospedar-se aos braços invisíveis do Estado sem causar-lhe danos emocionais.


O caso é de uma criança com 2 anos e meses de idade, retirada do convívio familiar saudável por ordem judicial, sob a fundamentação de que a família adotiva não foi escolhida obedecendo a ordem cronológica do cadastro único para adoção, previsto no artigo 50 do Estatuto da Criança e do Adolescente. Com isso, após dois anos de boas relações familiares, a criança de dois anos e meio de idade foi retirada do meio daqueles a quem já chamava de pai, de mãe e de avó, para ser internada em um abrigo e, em seguida, acolhida por outra família, obediente à ordem de “chegada” da lista de interessados (cadastro único) em adotar, à disposição na Vara Judicial.

Relator do caso, o Ministro Sidnei Beneti, da Terceira Turma do STJ, reafirmou a jurisprudência daquela Corte no sentido de privilegiar o interesse da criança evitando ao máximo o surgimento de situações agudas de padecimento, como as transferências para internamentos, ainda que transitórios, gerando cenas de extrema angústia e desespero, nocivos à criança e a todos. Seu voto concluiu que “só a inobservância da ordem estabelecida no cadastro de adoção competente não constitui obstáculo ao deferimento da adoção quando isso refletir o melhor interesse da criança”, e, ainda, ensinou que a previsão legal do cadastro único objetiva alcançar as hipóteses de tráfico de crianças e adoção por meio de influências escusas.

Imagino: o que fez aqueles magistrados operarem seu entendimento no sentido da falta de zelo à vida em vez de se arriscarem no sentido da falta de zelo à Ordem? Será que foi uma questão de opção hermenêutica? Será que foi ausência de interpretação? Ou será que lhes carece formação holística? Talvez lhes falte, simplesmente, sentimento, porque a tal da regra da imparcialidade deve lhes exigir uma completa ausência de sentidos. Aliás, após uma das aulas conduzidas pelo saudoso epistemólogo Luis Alberto Varrat, na Universidade de Brasília, uma aula de Direito e Surrealismo, disse-lhe eu minha preferência em introduzir o termo “estranhamento” em vez de “imparcialidade”, justamente porque o estranhamento remete a uma técnica pela qual o objeto de estudo deve ser persistentemente observado até que o artista consiga abandonar o conceito preestabelecido para poder recriá-lo sob seu ponto de vista. O termo imparcialidade, por sua vez, reduz a quase zero a energia criativa que deveria povoar uma decisão judicial; e digo criativa não para falar em criação do direito, e, sim, para levar ao julgamento a técnica de estranhar a norma e o fato e os personagens, contracenando, ele próprio, no palco daquela situação, para obter os sentidos – sentidos, de sentimento – da lide…

Mas a letra da lei já dava tantas dicas! O próprio artigo 50 que prevê o cadastro único para adoção também prevê como exceção o pedido de adoção de quem detém a tutela ou guarda legal de criança maior de 3 (três) anos ou adolescente, desde que o lapso de tempo de convivência comprove a fixação de laços de afinidade e afetividade, e não seja constatada a ocorrência de má-fé”. A meu ver, inclusive, a lei peca ao delimitar a idade, pois atos de violência podem afetar desde a vida uterina.

Enfim, o que dizer de uma sentença judicial pela qual uma criança de 2 anos sofre, e não seria demais configurar, um ato de violência institucional? Não seria justo a essa criança e sua família uma indenização por danos morais e materiais? Qual política de controle dos atos dos magistrados o Conselho Nacional de Justiça poderia implementar para retirar o direito dessa corda bamba, e, quem sabe, rechaçar de vez esse repugnante dito popular “de bunda de bebê e cabeça de juiz…”?

Nadjara Régis é advogada
Fonte: http://blogdofabiosena.com.br/v1/o-direito-na-corda-bamba-ou-de-bunda-de-bebe-e-cabeca-de-juiz/
quinta-feira, 22 de novembro de 2012

O negro no Brasil e nos Estados Unidos


* Por George Reid Andrews


O Brasil orgulha-se de ser uma "democracia racial", enquanto os Estados Unidos são conhecidos pela aspereza de suas relações raciais. Ainda assim, desde a Segunda Guerra Mundial, os afroamericanos, que representam apenas 12% da população dos Estados Unidos, têm provado ter uma força política substancialmente maior na vida de seu país do que os afro-brasileiros, que representam talvez 50% da população brasileira. Por que acontece isso? Existiriam formas pelas quais a história da luta dos negros nos Estados Unidos poderia trazer luz às lutas anti-racistas no Brasil?


Como aconteceu lá

Talvez as mais impressionantes conquistas do movimento afroamericano, do período pós-45, aconteceram durante a sua primeira fase: o movimento pelos direitos civis dos anos 50 e 60. Considerando a história das relações raciais nos Estados Unidos até aquela data, os avanços conseguidos durante aqueles anos foram verdadeirarnente extraordinários. A segregação foi superada, o sufrágio definitivo foi estendido ao povo negro através do Ato dos Direitos de Voto de 1965, e o governo federal instituiu programas de "igualdade de oportunidades" e "ação afirmativa" para combater o racismo.

Essas conquistas transformaram o Estado nacional, de um impositor da desigualdade racial, em exatamente o oposto: um ativo e poderoso oponente da discriminação racial e fiador das oportunidades para o povo negro (e outras minorias raciais, como os índios americanos, porto-riquenhos e mexicanos) em áreas como educação, moradia e emprego.

Os avanços políticos dos negros continuaram nos anos 70, mas principalmente nos níveis locais e estaduais. Afro-americanos foram eleitos para câmaras municipais e legislativos estaduais em crescente número, e muitas cidades e comarcas americanas (incluindo Los Angeles, Chicago, Detroit, Washington, Filadélfia, para nomear algumas) são governadas por prefeitos negros. Mas, a nível nacional, os anos 70 foram um período de incerteza e estagnação para o movimento negro. Isto se deveu, em parte, ao assassinato de seu carismático líder Martin Luther King em 68, mas também, paradoxalmente, aos seus, sucessos durante os anos 50 e 60.

Em primeiro lugar, tendo superado as mais violentas e óbvias formas de discriminação racial, o movimento pelos direitos civis pareceu ter cumprido seu objetivo. Os tipos de discriminação que continuaram (e continuam) a existir eram muito mais sutis e difíceis de detectar e, portanto, era ainda mais difícil a mobilização de pessoas em seu repúdio. Em segundo lugar, os programas de oportunidades iguais possibilitaram a uma nova geração de afro-americanos o acesso às universidades, tornando-os assim parte dos profissionais liberais de classe média. Para esta jovem e crescente elite negra (talvez 15 a 20% da população negra), o sonho americano estava sendo realizado. Qual a necessidade, então, do movimento dos direitos civis? Sua missão tinha sido cumprida.

Mas, naturalmente, o racismo, que levou séculos para ser formado, não seria fácil e rapidamente extinto. Enquanto a nova classe média negra se beneficiava das oportunidades abertas pelo governo federal, o mesmo não acontecia com a sobrepujada maioria dos afro-americanos. Sua participação na renda nacional mostrou-se virtualmente imutável entre 1960 e 1980, permanecendo em níveis mínimos.

Os anos 70 também testemunharam uma retomada crescente do ressentimento e do ódio dos brancos contra os programas governamentais que presumivelmente favoreciam os negros. Esse movimento encontrou sua expressão política a nível nacional na eleição de Ronald

Reagan em 1968, que chegou à presidência prometendo eliminar os programas de igualdade de oportunidade e reduzir a ajuda governamental aos pobres, que, em grande número, são negros.



Uma resposta ao racismo renovado

Durante os anos da administração Reagan, a necessidade de revitalizar e rejuvenescer o movimento negro para defender as conquistas alcançadas durante os anos 60 e 70 tornou-se cada vez mais visível. Jesse Jackson, um ex-colaborador de Martin Luther King, emergiu como o líder desse movimento que reconhece a necessidade de estender-se para além da população negra a criação de uma aliança interracial que envolva vários grupos étnicos não-brancos, mulheres e brancos liberais: essa é a razão para o conceito de "coalizão arco-íris" de Jackson.

Ele não teve um sucesso completo na formação dessa coalizão. Suas posições anti-semitas foram particularmente destrutivas ao alienar o apoio de um grupo étnico tradicionalmente simpático às aspirações dos negros. Mas, a despeito dessas falhas, a campanha de Jackson para a candidatura democrata de 1984 provou ter uma grande força política, vencendo eleições em vários estados do Sul, alcançando até 25% dos votos em estados mais industrializados, como Illinois e Nova Iorque, e forçando o comprometimento do Partido Democrata em manter e estender as conquistas políticas dos negros dos anos 60. Respondendo ao ressurgimento do racismo americano representado por Reagan, o movimento negro norte-americano entra nos anos 80 com um sentido renovado de propósitos e missão.

No Brasil, um caminho mais longo

Como a experiência americana pode ser comparável àquela encontrada no Brasil? Nada refuta mais efetivamente o mito da "democracia racial" do Brasil que a extensa história da luta dos negros neste país. Nos últimos cem anos, nota-se uma progressão, desde o movimento abolicionista dos anos 1870 e 80, através das organizações culturais e políticas do período pós-1920 (a mais proeminente das quais foi a Frente Negra Brasileira, banida por Getúlio Vargas em 1937), até o Movimento Negro Unificado de hoje. Esses movimentos são uma evidência conclusiva — como se fosse necessária — da contínua existência da discriminação e desigualdade racial na multirracial sociedade brasileira.

Desde 1945 esses movimentos têm atraído entusiástico apoio de dezenas de milhares de seguidores e têm sido instrumento de estímulo à continuidade do debate público sobre as deficiências do "paraíso racial" brasileiro. Mas nenhum deles conseguiu gerar um movimento de massa, com o peso moral e político que fez de Martin Luther King, Andrew Young, Julian Bond, Jesse Jackson e outros líderes negros figuras de proeminência nacional nos Estados Unidos. Por que acontece isso?

Uma importante parte da resposta repousa no caráter paternalista e autoritário das relações sociais e políticas brasileiras, que, mesmo durante períodos de democracia, torna muito difícil construir um movimento político de massas autônomo e nacional.

Mas é importante notar que o movimento pelos direitos civis nos EUA surgiu, e teve as suas vitórias mais retumbantes, na região mais tradicionalista, autoritária e repressiva do país: os estados do Sul. O autoritarismo, em si só, não pode explicar as diferentes trajetórias das lutas negras nos dois países; deve-se prestar atenção também na natureza das relações raciais brasileiras, onde não existe a separação racial imposta pelo Estado, como se verifica na segregação norte-americana ou no apartheid sul-africano. O caráter substancialmente mais relaxado da hierarquia racial brasileira trabalha para minar a mobilização política afro-brasileira de múltiplas formas.



A necessidade de instituições próprias

Primeiramente, ao permitir a integração dos afro-brasileiros, ainda que em termos de inferioridade, nas instituições básicas da sociedade, no Brasil, reduz a necessidade do povo negro de desenvolver instituições sociais e culturais próprias e, por isso mesmo, mais autônomas, como a segregação racial exigiu nos Estados Unidos. Assim, o Brasil não compartilha com os Estados Unidos a tradição de igrejas e faculdades independentes, que favoreceram sensivelmente a formação da base ideológica e institucional e de liderança, para o movimento dos direitos civis.

Da mesma maneira, a ausência de um limite claramente estabelecido entre "negro" e "branco" no Brasil torna possível a cooptação, por parte do grupo racial branco, de afro-brasileiros particularmente talentosos e ambiciosos. Em um sistema mais rígido, tais indivíduos permanecem na casta racial negra e assumem posições de liderança dentro dela. Mas, no Brasil, não é impossível para eles negar a sua negritude; de fato, manter identidade afro-brasileira pode tornar-se um exercício consciente de força que muitos estão relutantes em assumir.



Valorizar a base moral do movimento

Uma forma ainda mais efetiva pela qual o sistema brasileiro de hierarquia racial trabalha contra a formação de um movimento político afro-brasileiro é depreciando a base moral desse movimento. Um dos mais importantes traços da luta afro-americana tem sido a habilidade de se apropriar dos valores morais para tirar vantagens políticas disso, explorando todas as mais óbvias injustiças da segregação e da discriminação racial, para mobilizar tanto os brancos oponentes ao racismo quanto os negros. Os segregacionistas ficaram finalmente impossibilitados de legitimar um sistema que visivelmente contradizia aqueles princípios tão definidos que a sociedade clamava por base: justiça, igualdade e liberdade.

Se a brutalidade e a crueza do racismo norte-americano provaram ser sua maior fraqueza, então, ao inverso, a flexibilidade e a sutileza do racismo brasileiro provaram ser a sua maior força. A indignação moral contra a desigualdade racial é muito mais difícil de ser gerada em um país onde a discriminação assenta-se sobre formas silenciosas e, às vezes, inconsistentes, tornando difícil identificá-la e transformá-la em ação política. Impede ainda mais a criação de um sentido de indignação contra o racismo a triste necessidade de combater toda uma série de injustiças que caracterizam a sociedade brasileira.

Milhões de negros brasileiros sofrem diariamente a injúria e as aflições da discriminação racial. Mas milhões de brasileiros, de todas as raças, sofrem talvez as mais básicas injúrias da miséria, desnutrição, ausência de oportunidade de educação, poluição ambiental. Claro que o racismo funciona como agravante dessas injúrias e, na mesma medida em que a sociedade é dividida racialmente, ela é vulnerável à dominação e exploração das camadas superiores. Até os membros do grupo racial dominante sofrem em si mesmos a situação, como tão eloqüentemente evidenciam as multidões de "brancos pobres" da América do Sul e do Brasil. Mas, dados os múltiplos desafios agudos e imediatos que confrontam a sociedade brasileira, o problema do racismo perde a relevância que tem nas sociedades mais prósperas e eqüitativas, como os Estados Unidos.

Ao se considerar estes obstáculos para a criação de um movimento anti-racismo, as conquistas políticas dos líderes e cidadãos afro-brasileiros durante o período da "abertura" ganham uma significação especial. Desde 1980 todos os partidos legais têm reconhecido publicamente a existência de discriminação racial e desigualdade racial no Brasil. Três dos partidos de oposição (PMDB, PDT e PT) constituíram comissões especiais ou grupos de trabalho para preparar políticas nessa área.

Em São Paulo, o governo Montoro criou um Conselho de Participação e Desenvolvimento da Comunidade Negra, dando assim acesso direto aos líderes negros a altos níveis do governo do estado mais populoso e economicamente mais importante do Brasil. Os governos do Rio de Janeiro e Rio Grande do Sul estão agora estudando a criação de organismos parecidos. Num país que historicamente tem preferido ignorar qualquer indicação de desarmonia racial em suas fronteiras, estas iniciativas são importantíssimos passos à frente.

Recentemente, os líderes negros têm também gerado um substancial capital político, por chamarem a atenção pública para um dos mais brutais aspectos das relações raciais brasileiras — a repressão policial de afro-brasileiros e o preconceito, por parte dos órgãos penais (e de muitos cidadãos), de que "negro é bandido até que se prove o contrário". Denunciar essas práticas pode ajudar a gerar aquele senso de indignação moral que tem provado ser tão importante no movimento afroamericano.

Mas, lutando para criar um movimento nacional de massas, os líderes afro-brasileiros estão claramente face a um longo e íngreme caminho que envolve educação e luta. Não é por acidente que o movimento negro tem sido mais ativo e tem alcançado seus maiores êxitos no Estado de São Paulo, onde existe um sistema mais agressivo de relações entre brancos e negros, mais próximo daquele que existe nos Estados Unidos. Quando tenta se estender às áreas mais tradicionais do Brasil, a mobilização negra encontra obstáculos políticos, sociais e raciais discutidos acima.

Se o movimento negro no Sul segregacionista dos Estados Unidos era como o virtuoso Davi confrontando-se com um monstruoso, mas vulnerável, Golias, o movimento afro-brasileiro está frente a frente com um inimigo mutante, escorregadio e sobretudo invisível, que precisa ser antes revelado para poder ser derrotado. Assim sendo, conquistar uma "segunda abolição", no Brasil, a cada passo, será tão difícil como tem sido nos Estados Unidos. Talvez mais ainda.

Fonte: http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0102-64451985000200013&script=sci_arttext

Luta do Negro: O Movimento Negro Brasileiro


 * Por Partido da Causa Operária

Nos períodos seguintes surgiriam novas expressões do movimento negro, desde grupos alinhados à política burguesa até os movimentos independentes ligados à classe operária

O movimento negro surgido no início da crise da República Velha, expressa pelos marinheiros liderados por João Cândido na Revolta da Chibata, foi a primeira expressão da organização dos negros no Brasil desde o fim da abolição da escravidão. Nos períodos seguintes surgiriam novas expressões do movimento negro, desde grupos alinhados à política burguesa até os movimentos  independentes ligados à classe operária.


O período que se seguiu à forçada abolição da escravatura pela princesa Isabel aprofundou a discriminação e a opressão no negro nos séculos seguintes.

Como instrumento organizado contra o racismo e por suas liberdades democráticas, a partir do início do século vão se desenvolver nas cidades as primeiras organizações de luta pelos direitos dos negros, com base nos exemplos históricos do Quilombos dos Palmares, da Revolta dos Búzios entre outras, cuja experiência demonstrou que somente o negro organizado é capaz de obter resultados em sua luta contra a opressão do Estado capitalista.

Um dos principais e mais importantes demonstrações no início do século XX foi a Revolta da Chibata em 1910, quando o marinheiro negro João Cândido liderou um movimento que colocou a República Velha de joelhos.

Apesar de ter sido abolido oficialmente os castigos corporais, a Marinha brasileira continuava punindo os marinheiros, na maioria negros, com violência física a golpes de chibatadas. No dia 22 de novembro de 1910, o marinheiro Marcelino Rodrigues foi punido com 250 chibatadas, assistida por toda a tripulação do navio. Este foi o estopim para a maior rebelião ocorrida dentro das Forças Armadas brasileiras até hoje e uma das maiores do mundo.

Liderado pelo marinheiro negro João Candido, o navio de guerra Minas Gerais foi o primeiro a se sublevar, seguido pelo São Paulo e pelo Cruzador Bahia, centenas de marinheiros negros se insurgiram contra os oficiais e seus superiores prendendo-os e em alguns casos matando os que resistiam à revolta dos marinheiros.

Os marinheiros queriam o fim das chibatadas e a mensagem encaminhada às autoridades brasileiras era bem clara “Não queremos a volta da chibata. Por isso, pedimos ao presidente da República, ao ministro da Marinha, queremos resposta já e já. Caso não tenhamos, bombardearemos a cidade e navios que não se revoltarem”.

Uma após outra quase toda, a poderosa esquadra da marinha brasileira foi se insurgindo, ficando às ordens do jovem marinheiro João Candido e os demais líderes da revolta, tendo também grande apoio da população.

Lideranças liberais da política burguesa, como o senador abolicionista Rui Barbosa, Campos Sales, Bernardino Monteiro e Sá Freire, além do deputado José Carlos de Carvalho, mesmo não apoiando a revolta, eram a favor de uma negociação com os amotinados, assustados com as conseqüências da mobilização.

Depois de intensos debates, são aprovadas sobre forte pressão as principais reivindicações dos marinheiros, entre elas a anistia para todos os marinheiros que participaram da revolta, inclusive os que estiveram envolvidos nas mortes dos oficiais, além do fim das chibatadas.

Em 25 de março, com as suas principais reivindicações atendidas, os cerca de três mil rebeldes resolvem terminar o levante, mesmo com a oposição de muitas outras esquadras, que insistiam em continuar a revolta em razão do grande apoio tinham.

A imprensa negra

Após o levante dos marinheiros, o movimento negro tentará de diversas formas se organizar, montado associações, clubes e jornais especialmente dirigido à população negra. Entre 1903 e 1963 vão surgir em todo o país mais de 20 jornais escritos por negros, dentre os quais A Rua e o Xauter, em 1916, o Alfaiate em 1918, A Liberdade e o Bandeirante em 1919, A Sentinela em 1920, e o Kosmo, no ano seguinte. Além destes, surgiram no interior do movimento muitos outros títulos - O Getulino, O Clarim da Alvorada, Elite, Auriverde, Patrocínio, Progresso, A Chibata, A Raça, a Tribuna Negra etc.

Com uma imprensa independente, negros em sua maioria procedentes da classe operária passaram a reivindicar e fazer do jornal a tribuna das reivindicações específicas dos negros.

No início da década de 30, a cidade mais industrializada do país, São Paulo, possuía uma população de pouco mais de 922 mil habitantes, das quais 100 mil eram negros vivendo em condições extremamente precárias e em fétidos cortiços. Em um contexto de extrema opressão contra as condições de vida, o movimento negro vai se destacar em âmbito nacional, com ações principalmente voltadas para movimentos culturais, bem-estar social e integração da população negra na sociedade.

A Frente Negra Brasileira

A Frente Negra Brasileira foi um dos principais movimentos do início do século. Criada em 16 de setembro de 1931 tendo como principais líderes, José Correia Leite, Arlindo Veiga dos Santos, Francisco Lucrécio e Raul Joviano, a Frente Negra foi um movimento de repercussão nacional, tendo sede nos principais estados do país, como São Paulo, Rio de Janeiro, Minas Gerais, Rio Grande do Sul, Bahia, Espírito Santo, Maranhão e Sergipe.

Em São Paulo, sua sede era instalada na rua da Liberdade, local onde fica atualmente a Casa de Portugal. Segundo a organização, ela chegou a reunir cerca de 60 mil filiados em seis anos de existência.

Durante a Revolução Constitucionalista, a Frente Negra se recusou a apoiar qualquer um dos lados, o que vai ocasionar uma dissidência, formando-se a Legião Negra, que vai lutar do lado dos paulistas na revolução.

Em 1933 a organização funda o jornal A Voz da Raça, periódico de caráter nacionalista, muitas vezes comparado ao programa do Movimento Integralista de extrema-direita, fazendo críticas à União Soviética e exaltando palavras-de-ordem como “Deus, Pátria, Raça e Família”.

O presidente da Frente, Arlindo Veiga Santos, era monarquista e integrava também o Centro Monarquista de Cultura Social e Política Pátria Nova, defensor assíduo da volta da coroa no Brasil.

Em 1936, a Frente Negra Brasileira se registra como um partido, lançando candidatos negros em algumas cidades do país. Com a instauração do Estado Novo em 10 de dezembro de 1937, Getúlio Vargas coloca na ilegalidade todos os partidos.

Com a sistemática repressão atingindo todas as organizações políticas, a Frente Negra se vê obrigada a mudar seu nome para União Negra Brasileira. Perdendo muito dos seus filiados com o aumento da repressão, ela é obrigada a mudar a sua sede de local, o que vai ser considerado o fim da Frente Negra Brasileira.

O Movimento Negro Unificado

Depois do fim da ditadura do Estado Novo, pouca coisa vai se destacar no movimento negro brasileiro, o que vai se agravar ainda mais com o golpe militar de 1964 e a repressão a todos os movimentos políticos e sociais.

Em meados da década de 70 e com a crise da ditadura, as questões raciais passam a ser discutidas nas universidades, surgindo em 8 de dezembro de 1975 o Grêmio de Arte Negra e a Escola de Samba Quilombo.

No ano seguinte entrava em discussão a criação de um movimento negro de caráter nacional, sendo criado pouco tempo depois o Movimento Negro Unificado contra a Discriminação Racial (MNUCDR), posteriormente MNU - Movimento Negro Unificado.

Em 7 de Julho de1978 o MNU vai realizar a sua primeira manifestação pública, tendo como motivo o racismo sofrido por quatro jovens negros no time juvenil de voleibol do clube de Regatas do Tietê, proibido de participar do clube, além da morte de em trabalhador negro, torturado e morto por policiais. A manifestação teve o apoio de diversas outras entidades negras e contou com cerca de três mil pessoas desafiando os militares. Essa manifestação é considerada como o início do movimento negro contemporâneo.

O estrangulamento da luta contra a ditadura conduziu, também, ao estrangulamento e à cooptação dos movimentos negros dos anos 70 que hoje integram o governo Lula e se dedicam a uma atividade sem maiores conseqüências revolucionárias.


Fonte: http://www.pco.org.br/conoticias/ler_materia.php?mat=13407

Movimento negro

Uma unidade a partir da diversidade


Por Antonio Bernardo Araújo Jr
 
O Brasil é o país que tem a maior população de negros fora da África. Nossos antepassados foram trazidos para cá e além de serem escravizados passaram por um processo de ‘aculturação’, sendo obrigados a deixarem de praticar suas linguagens, religiões e costumes adotando práticas européias.



O movimento negro tem por objetivo não deixar esmorecer e resgatar essa cultura afro- brasileira, rebatendo a rígida desigualdade e a segregação racial que ainda atinge o povo negro.

 O movimento negro é uma batalha travada contra o senso comum. Numa sociedade onde se assume que existe preconceito racial é contraditória a afirmação que não há discriminação e racismo pessoal.

Que ele é presente (o racismo), estamos fadigados e experientes no assunto, a questão é: onde o racismo atrapalha, rouba, diminui, fere, interfere, omite, engana, diferencia a população negra que constitui toda uma nação de outra raça? Aí está a chave. Aí entra o movimento negro, numa armadura e resistência coletiva de uma raça presente e atuante.

O Estado é o personagem responsável em garantir a equidade, porém, se esta instituição age de forma ativamente contrária ou de forma omissa em seus serviços de policiamento, saúde pública, geração de renda e trabalho, educação; permitindo que a discriminação racial, ainda nos dias de hoje, faça parte do seu sistema; então temos algo além de problemas sociais, o Estado produz um retrocesso, um apartheid.

Todavia, a nação se estrutura em outros pilares, além do Estado, que envolve escolas, famílias, templos religiosos, universidades e empresas. Essas organizações já deveriam estar desconstituídas de sua hereditariedade e rompidas de suas tradições e dogmas racistas, com representantes de diversas raças e etnias partindo do princípio que a nação brasileira é constituída de múltiplas determinações raciais (Ribeiro, 2005 ). Concluímos que o racismo tem efeito letal e em massa.

Aí atua toda a essência do movimento negro, não se baseando apenas em probabilidades e teorias, mas em fatos empíricos experimentados nas diversas ramificações dos negros na sociedade.

O movimento está diretamente ligado às lutas não só contra o racismo e a discriminação racial, mas também a xenofobia e intolerâncias correlatas.

No Brasil lembramos dos grandes marcos como Zumbi, Revolta dos Malês, Chibata e tantas representações de luta e resistência do povo negro (como acompanhamos em outras matérias da Revista do Portal Raízes). O movimento negro é resultado de uma série de manifestações decorrentes de um processo histórico. Não se pode dizer onde ele nasce ou especificar algum lugar determinado, tal afirmação nos limita, nos tira de uma visão de alpinista para nos deitar num acolchoado particular. A amplitude do movimento negro é um conjunto de manifestações que surgem de inquietações individuais e coletivas.

Mas sem dúvida as manifestações contemporâneas do movimento negro no Brasil foram influenciadas pelos diversos atos anti- discriminatórios que ocorreram nos Estados Unidos na década de 60. No referido período o Brasil vivia sob o regime político militar altamente repreensivo contra as reivindicações de massa, mas é neste contexto que o movimento negro inicia as suas articulações no país.

O Serviço Nacional de Informações (SNI), órgão responsável em coordenar as atividades de informação e contra-informação em todo o país, produziu inúmeros relatórios à Segurança Nacional durante o regime militar. Em 14 de julho de 1978 foram relatados os primeiros indícios do Movimento Negro Unificado, o MNU, nas portas do Teatro Municipal no centro da capital paulista. Uma concentração motivada a denunciar toda indução racista e organizar a comunidade negra.

A partir de 1988 surgem algumas publicações voltadas para a questão racial. Por exemplo, o “Treze de Maio”, do Rio de Janeiro; “O Exemplo”, de Porto Alegre; em São Paulo as denúncias raciais eram feitas pela “imprensa negra paulista”. Ainda em 1920 surge os fundadores da Frente Negra Brasileira que depois tornou-se um partido político em 1936 sendo extinto logo em seguida pelo Estado Novo um ano depois. Em 1940. Histórias contadas a partir de entrevistas orais foram objeto de estudos por pesquisadores do movimento negro muito tempo depois.

Também em 1988 comemorou-se o centenário da Abolição, que culminou numa série de manifestações e protestos por partes dos militantes negros. Duas reivindicações viraram leis e entraram para a Constituição: a criminalização do racismo (Artigo 5º) e o reconhecimento de propriedade das terras de remanescentes de quilombos (Artigo 68 do Ato das Disposições Constitucionais Transitórias).

No mesmo ano a Igreja Católica lança a Campanha da Fraternidade: “A Fraternidade e o Negro”, com o lema: “Ouvi o clamor desse povo”, introduzindo o debate da questão racial no seio da igreja. Daí surge a Pastoral Afro Brasileira e a Associação de Padres Negros (APNs).

Em 1995 foi elaborada em Brasília a marcha em homenagem aos trezentos anos da morte de Zumbi dos Palmares. Fernando Henrique Cardoso em seu primeiro ano de governo cria o Grupo de Trabalho Interministerial para a Valorização da População Negra, dando a partida nas primeiras iniciativas de ações afirmativas na administração pública federal.

E 2001 foi o ano da III Conferência Mundial de Combate ao Racismo, realizada na cidade de Durban, na África do Sul, que mobilizou o governo e as entidades do movimento negro em sua preparação e resultou em novos acontecimentos, como a reserva de vagas para negros em algumas universidades do país e novos compromissos assumidos pelo Estado em âmbito internacional. Resumindo Durban foi um marco para a discussão de políticas afirmativas no Brasil. A intolerância em relação às religiões de matrizes africanas também passou a ser mais debatida em fóruns e congressos, obtendo respaldo na esfera política. Enfim, mesmo gerando polêmica, a questão racial saiu de baixo dos tapetes e começou de fato a ser discutida pela sociedade brasileira.

Atualmente o movimento negro é composto por uma grande quantidade de coletivos que muitas vezes divergem entre si nas reivindicações de políticas públicas, como no caso das cotas e do Estatuto da Igualdade Racial. Não há consenso no movimento negro hoje sobre esses dois assuntos.

A unanimidade pode ser observada na luta pela implementação da Lei 10.639, que prevê a obrigatoriedade do ensino da África e do negro no Brasil nas escolas de todo o país. A causa dos quilombolas também tem a adesão do movimento como um todo.

Sem falar na luta contra a discriminação racial, aonde todos defendem a aplicabilidade da lei de discriminação racial, crime considerado inafiançável pela Constituição, mas pela falta de conhecimento muitas vezes ela é confundida com o crime de injúria e difamação, cuja pena é bem mais leve.

Contudo essa militância vem buscando por viés político, educacional, ideológico, cultural, religioso, gênero, artístico, entre outros a real e total liberdade em todas áreas, buscando boa qualidade de vida, desmarginalização, educação, inserção social, melhor moradia e saúde para o povo negro

O movimento negro americano

Nos EUA o movimento negro teve inúmeras expressões, as três principais foram o reverendo evangélico Martin Luther King, que lutou pelos direitos civis dos norte-americanos; o Mulçumano Malcon X e o partido dos Panteras. Além das reivindicações sociais e políticas o movimento negro americano revoluciona o mundo na década de 60 com o movimento “Black is Beatiful”, a maior manifestação de auto afirmação da beleza negra de todos os tempos.

Martin Luther King - O líder evangélico que mudou a história de milhares de negros americanos...
“Eu só quero fazer a vontade de Deus”

Em 1955 King entrou em cena na luta pela igualdade racial. Os negros da época não tinham direito ao transporte público, viviam em condições desumanas sob uma dura exploração trabalhista, tudo conseqüência da falta dos direitos civis que também negava aos negros o direito ao voto.

O inicio de tudo.
Uma mulher negra se negou a ceder seu lugar para uma mulher branca em um ônibus. Foi presa. Um escândalo estava formado. Freqüentemente a população negra estava exposta a humilhações sem reação a tais atitudes. Mas este caso gerou uma forte mobilização na cidade.

Líderes negros de Montgomery organizaram um boicote na cidade: nenhum negro deveria mais utilizar o transporte público da cidade.

O protesto contra a segregação durou 381 dias, King foi um dos líderes da campanha e futuramente foi perseguido e ameaçado. A vitória veio e o boicote ao transporte público foi encerrado com a decisão da Suprema Corte Americana entendo como ilegal a segregação.

Comunidades negras ligadas à igreja Batista compunham a fundação da Conferência de Liderança Cristã do Sul (CLCS) criada em 1957, e Martin Luther King esteve a sua frente até a sua morte.

Sua ideologia era “não à violência” e “desobediência civil” preconizado por Mahatma Gandhi (líder religioso que promoveu uma revolução pacífica na Índia).

Mesmo com o discurso de paz, o período era de linchamentos aos negros enquanto o governo limitara-se a observar.

Também se tornou a pessoa mais jovem a receber o Nobel da Paz em 14 de outubro de 1964 em reconhecimento à sua liderança na resistência e na luta pelo fim do preconceito racial nos Estados Unidos.

King teve um papel importantíssimo, com o perdão do superlativo, na luta racial e todo o movimento negro, plastificando ideais que são lembrados até os dias de hoje. Tinha um discurso conciliador de classes, moderador, uma pregação metade política, metade religiosa buscando a reflexão para a igualdade e o fim do racismo por intermédio da paz e do amor a Cristo, dando a outra face ao inimigo. Para alguns negros essa tentativa de pacificação com o homem branco era calamitosa e covarde diante de tanto sofrimento causado por este. Acordos de defesa não foram bem quistos por todos. Em um de seus discursos King fez uma saudação a John Kennedy pelos avanços na questão racial. Tal postura causou divergência entre os negros que estavam em busca de um combate mais intenso.

Após 14 anos de luta, King é morto no dia 4 de abril de 1968. Foi assassinado aos 39 anos por um homem branco segregacionista em Menphis, sul do país. King foi o pastor líder do Movimento Pelos Direitos Civis.

Na medida em que as lutas raciais cresciam e tomaram maiores proporções no país, começou-se a discutir até que ponto um discurso pacificador resolveria de fato os problemas que os negros enfrentavam: a proposta de uma radicalidade vem à tona.

Outros líderes vieram com novas idéias e alguns avanços e consciência sócio-racial. Vejamos.

O líder mulçumano Malcom X: o racismo versus burguesia

“Não existe capitalismo sem racismo”

Um orgulho negro embutido em suas palavras. Malcon X foi além de batalhas isoladas contra racistas fascistas de bairro, debelando um conjunto de instituições do sistema como responsáveis e articuladores do racismo. Uma lenda viva norte-americana. Além de defender o negro, seu movimento, seus hábitos e sua história trouxeram à tona como o capitalismo influencia a sociedade ao estabelecer relação de poder entre as classes.

“Martin Luther King, pobre garoto. Está sob influência dos fascistas. Está sendo criado pelos fascistas para guiar ovelhas rumo ao abatedouro”, disse Malcon X.

X acreditava que existia uma estrutura de poder branco que não estava interessada em perpetuar a escravidão, mas usava de novos artifícios para assim proceder. Dizia também que se o homem branco estupra, mata, explora, escraviza e rouba o homem negro, então ele não é bom, ele é o inimigo. Um diagnóstico ao negro era, segundo X, a organização e a disciplina para manter sua própria subsistência e independência política. A violência era tida não como agressão por Malcon, mas sim como uma legítima defesa, isto é, não era má vinda.

Para Malcon o capitalismo favorecia-se com a discriminação racial, pois esta produz lucros à burguesia já que com a exploração da classe trabalhadora se paga um salário inferior, e os negros ocupam os piores cargos, mesmo que paguem os mesmo preços no que consomem.

A defesa começa se armando

A estratégia de luta agora, diferente de king, era o combate ostensivo. Além de Malcon X os Panteras Negras também partiu desse princípio. Organizações começaram a armar seus militantes e, de cabeça erguida, foram às ruas armados, não admitindo humilhações e violência infligidas pelos brancos como outrora.

Percebemos que a luta era a mesma, mas as formas eram distintas. Malcon um anti-capitalista de ideologias intensas.

Ex-presidiário, conheceu o islã no cárcere, onde leu o maior número de livros possíveis de leis e historias do negro. Ao colocar em prática as suas idéias Malcon foi seguido por um número faraônico de militantes.

Morreu assassinado aos 39 anos. Segundo testemunhas próximas a Malcon o responsável por sua morte foram pessoas do islã influenciadas pelo governo.

 Partido dos Panteras Negras pela Auto-Defesa

“vigiamos a polícia que brutaliza o nosso povo” Huey Newton

Punho preto e cerrado, salientando as veias erguidas ao céu, irrigando o corpo com sangue africano. Jaquetas pretas, boinas. Um olhar de coragem, ações de coragem, uma luta que ainda não chegou ao fim.

O Partido dos Panteras Negras pela Auto-Defesa foi um grupo de revolucionários urbanos criado na década de 60, precisamente em outubro de 1966, com a proposta de proteger, reivindicar e lutar pelos moradores negros em Oakland, na Califórnia, frente às drogas, o ciclo branco racista social local, o Estado e particularmente os militares. Seus fundadores foram Bobby Seale e Huey Newton. Os Panteras Negras tinham as leis na ponta da língua e princípios marxista.

Criaram em 15 de outubro de 1966 o “Programa dos Dez Pontos”, uma organização de princípios.

“Queremos liberdade. Queremos o poder para determinar o destino da comunidade negra. Acreditamos que o povo negro não irá se libertar até que sejamos capazes de determinar nosso destino”.

Pleno emprego;

Fim à roubalheira do homem branco sobre a comunidade negra;

Habitação decente e um sistema educacional “que exponha a verdadeira natureza desta sociedade americana decadente";

A isenção dos negros no pagamento de impostos e de todas as sanções da chamada “América branca”;

Outras demandas incluíam um fim à brutalidade policial, da isenção do serviço militar aos homens negros, e para “que todo homem negro, quando levado ao tribunal, seja julgado por um júri de seu grupo ou por pessoas das comunidades negras”.

Foram inúmeros os questionamentos e os conflitos por conta dos Panteras, já que esse adotou taticamente o uso de armas de fogo para defender os negros, inicialmente do gueto, das agressões e acusações da polícia considerada corrupta e racista, além de outros grupos armados. Entendiam que o negro tinha por obrigação se informar sobre seus direitos como cidadãos americanos, assim, como mecanismo de defesa contavam com estudos de direto civil e criminal para seus integrantes.

A polícia de Oakland (Califórnia/EUA) sempre esteve decidida a acabar com o grupo, em 1967 durante um confronto o “pantera” Huey Newton matou um policial branco.

Com núcleos espalhados pelas principais cidades o número de integrantes do movimento passou dos 2.000.

Criticada por muitos, até hoje a história dos Black Panters é extensa, curiosa e cheia conquistas. Mais um marco com efeito de mudança na vida dos negros do mundo.


Imagem: Pavilhão da Cultura Afro-brasileira, Prefeitura de Suzano, SP.

Fonte:http://portalraizes.org/index.php?option=com_content&view=article&id=76:movimento-negro-&catid=3:movimentos&Itemid=4
Consulta bibliografica
onte:

Ribeiro, Darcy. O povo brasileiro: a formação e o sentido do Brasil. São Paulo: Companhia das Letras, 2005.

Documentário - "Todo Poder Para o Povo" - A história dos Panteras Negras e um pouco mais,de Lee Lew-Lee.

Filme - Malcon X - Spike Lee, USA, 1922.

Filme - Panteras negras - Mario Van Peebles, USA, 1995.
http://galaxiablack.blogspot.com/2009/01/histria-dos-panteras-negras.html

http://www.klickeducacao.com.br/conteudo/pagina/0,6313,POR-2086-18399-,00.html

http://www.martinlutherking.org/

http://pt.wikipedia.org/wiki/Apartheid

http://super.abril.com.br/superarquivo/2006/conteudo_437392.shtml

http://www.sr-cio.org/index.php?option=com_content&view=article&id=441:licoes-dos-panteras-negras&catid=37:anti-rasismo&Itemid=91

http://www.espacoacademico.com.br/040/40creis.htm

http://maniadehistoria.wordpress.com/pesquisando-o-movimento-negro-no-brasil

http://www.pstu.org.br/opressao_materia.asp?id=3144&ida=18

http://www.sr-cio.org/index.php?option=com_content&view=article&id=440:o-partido-dos-panteras-negras-pela-auto-defesa&catid=37:anti-rasismo&Itemid=91
quarta-feira, 21 de novembro de 2012

NOTA PÚBLICA


Os Agentes de Pastoral Negros do Brasil, em Reunião Ampliada Nacional, na cidade de Nova Iguaçu (RJ), com a presença dos Estados do Rio de Janeiro, São Paulo, Minas Gerais, Espírito Santo, Rio Grande do Sul, Bahia, Maranhão e Distrito Federal veem por meio desta nota pública expressar o repúdio à Portaria 303 da AGU de 16/07/12.



A portaria constitui uma afronta aos direitos dos povos originários do uso e soberania sobre suas terras, bem como de gerir seu próprio território. Trata-se de uma grave ameaça à história e sobrevivência dos povos originários e uma nova forma de extermínio dos mesmos.


A portaria contraria a Convenção 169 da OIT, da qual o Brasil é signatário, por não garantir o direito de consulta prévia dos povos originários.


Reconhecemos a autonomia e o direito dos povos originários brasileiros, os primeiros ocupantes do nosso território, e consideramos de suma importância a manutenção dos direitos fundamentais garantidos na Constituição Federal.


Consideramos ser a portaria um atentado contra os povos originários e a democracia brasileira, e, por isso, exigimos a imediata revogação da mesma por ser claramente contra as povos originários, anti-população tradicional e anti-ambiental.


Agentes de Pastoral Negros

Nova Iguaçu, 17 de novembro de 2012

segunda-feira, 19 de novembro de 2012

Dia de Luta do Povo Negro!

Joilson Bergher: Neste 20 de Novembro, participe das atividades em todo o Brasil.



* Por Joilson Bergher


“TAIRINY INGRID Sá Ribeiro Santos, de 21 anos, pretende realizar este ano o sonho de passar no vestibular. Aluno de um cursinho popular para negros e trabalhadores, a jovem vai prestar o curso de filosofia e mira principalmente as universidades federais. A motivação para conquistar uma vaga aumentou ainda mais depois que soube da vigência da Lei das Cotas sociais e raciais, sancionada pela presidenta Dilma Rouseff em 29 de agosto. Agora por lei, no mínimo metade das vagas de universidades e institutos federais deve ser reservadas para estudantes que tenham cursado todo o ensino médio em escolas públicas. Dessas, 25% pode ser distribuídas entre negros, pardos ou indígenas, de acordo com a proporção dessas populações em cada Estado” {Jornal Brasil de Fato, outubro, 2012}. 


Completa-se assim no Brasil o que fora propugnado pelo grande herói negro, ainda nos anos de 1600, Zumbi, líder do Quilombo dos Palmares. Grande guerreiro da luta revolucionária popular do Brasil, a luta contra a dominação colonial, abjeta, acéfala e racial. Rememorar seu nome e sua luta é acabar de forma definitiva com a tentativa constante de quem não se reconhece negro. Se querem invisibilizar o negro, a história, a resistência...não conseguirão, jamais. Está na ordem do dia: gravar o negro colocar o seu nome no País, no panteão da História. Tal luta se faz sintomática. Aos poucos historiadores negros e militantes revolucionários, como o trotskista Benjamim Péret. Zumbi vai sendo reconhecido oficialmente por força de uma política intensamente demagógica. Mas não só Zumbi. Dandara, por exemplo, foi uma grande guerreira na luta pela liberdade do povo negro. 

Ainda no século XVII, participou das lutas palmarinas, conquistando um espaço de liderança. De forma intransigente, entendia que a liberdade era inegociável. enfrentando todas as batalhas que sucederam em Palmares. Era a companheira de Zumbi. Opôs-se, juntamente com ele, a proposta da Coroa Portuguesa em condicionar e limitar reivindicações dos palmarinos em troca de liberdade controlada. nome para a história. Luíza Mahin, foi uma protagonista importante na Revolta dos Malês. Conforme alguns estudiosos, se essa revolta vingasse, Luísa seria a rainha da Bahia. Construindo um reinado em terras brasileiras, já que fora princesa na África, na tribo Mahi, integrante da nação nagô. Foi alforriada em 1812. É bom que se diga também: participou da Sabinada entre 1837-1838. 

Perseguida, acabou fugindo para o Rio de Janeiro. Não se sabe ao certo, mas imagina-se que essa importante mulher tenha sido extraditada juntamente com seus companheiros muçulmanos africanos que encabeçaram a Revolta dos Malês. Não poderia deixar de falar sobre Carolina Maria de Jesus, nascida em 1914, em Sacramento, Minas Gerais. Essa negra como muitas no Brasil, é oriunda de uma família extremamente pobre, trabalhou desde muito cedo para auxiliar no sustento da casa.

Com isso, acabou não freqüentando a escola, ao contrário, teve que trabalhar duro, ir pra São Paulo, indo morar na favela, para sustentar a si e seus filhos, tornou-se catadora de papel. Guardava alguns desses papéis, para registrar seu cotidiano na favela, denunciando a realidade excludente em que viviam os negros. Em 1960, foi descoberta pelo jornalista Audálio Dantas, que conheceu seus escritos. Assim, ela escreveu o livro Quarto de Desejos, que vendeu mais de 100 mil exemplares. Ou ainda, Aqualtune, uma princesa do Reino do Congo, trazida a força escravizada para o Brasil, logo que foi derrotada em guerra no interior do reinado. Quando desembarcada no Brasil em Recife, foi vendida e levada para o sul de Pernambuco. Não demorou a integrar os movimentos de fugas que explodiam no regime escravista, tornando-se uma liderança importante para os quilombos de Palmares. São muitas e muitas histórias. 

Precisamos ir pra história, conhecer a história. O resgaste memorialista desses homens e mulheres, agora, registrada no "Livro dos Heróis da Pátria". Ainda hoje temos muita demagogia e muitas das reivindicações dessa parte da sociedade no Brasil, não foi plenamente atendidas. Não basta o ex-presidente luiz Inácio Lula da Silva, em 2003, inscrever no calendário escolar o 20 de novembro como Dia Nacional da Consciência Negra. Volto a futura acadêmica TAIRINY INGRID Sá Ribeiro Santos, do início do texto. Ela quer ser Filósofa! Porque tal escolha? Em filosofia, “O que sou? Essa é uma das primeiras perguntas que surgem para quem quer filosofar. 

A jovem estudante deve saber que vai se iniciar uma história de perguntas sem fim. Chegará fatalmente no bom sentido é claro, a África, onde parte da nossa história começa. Provavelmente essa jovem Tairiny Ingrid sabe que de acordo com o Censo Demográfico do IBGE, o número de negros no ensino superior aumentou de 790 mil em 2000 pra 6,2 milhões em 2010. Sendo que, apenas 3,27% dos 15 milhões auto-declarados como pretos têm ensino superior completo. Os negros representam ainda 24,4% dos estudantes diplomados, 0,11% dos mestres e 0,03 dos Doutores. Como se vê, o Brasil possui uma larga superfície para transpor. 

É a iniquidade em torno do conhecimento aos invisibilizados, finalmente, visíveis. Não queremos o mínimo, é o máximo que ser quer. Portanto, rememoro aqui o Marinheiro negro João Cândido quando declara o 20 de novembro como “Dia de Luta do Povo Negro”, para se contrapor às atividades meramente festivas da data e lembrar que se trata de uma data de luta. Na verdade, tal data deveria ser em todo o Brasil um ato-debate com o objetivo de discutir os problemas da população negra. Ele punha por terra tudo o que julgava danoso aos deserdados do Estado, para então construir o seu conhecimento, conhecimento na base da luta e da resistência. É como diz o Reggman, Edson Gomes, em uma de suas canções, 'Vamos amigo lute, vamos amigo lute, se não gente acaba perdendo o que já conquistou êa” É um bom desafio.


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*Joilson Bergher, professor de História, especialista em Metodologia do Conhecimento Superior/UESB, pesquisador independente do negro no Brasil, Graduando em Filosofia, UESB

quinta-feira, 15 de novembro de 2012

A Lei Darci Ribeiro é fruto do golpe no PL 45!



“O neoliberalismo constitui um marco de referência ideológico e político de grande parte dos governos latino-americanos. As políticas educacionais são um cenário privilegiado para a aplicação das propostas de ajuste neoliberal.” (Gentili, 1999)

* Por Herberson Sonkha

Na condição de ex-dirigente da UBES, recordo-me de ter participado de um Seminário da UNE e UBES realizado em Belo Horizonte com a presença de um dos principais críticos do Consenso de Washington e suas receitas neoliberais ditadas pelo FMI e Banco Mundial e seus órgãos internacionais (UNESCO) plenamente adotadas no Brasil pelos dois Fernandos, o pedagogo Pablo Gentili.
O seminário debateu sobre o projeto de lei de autoria do senador Darci Ribeiro sob a égide do ministro Paulo Renato governo de Fernando Collor de Mello e a defesa do Substitutivo do antropólogo Sid Sabóia amplamente debatido pelos movimentos sociais ligados a educação e outras categorias. Em fins do regime militar pensava-se na confecção do que seria a Constituição cidadã de 1988. O tema comparece novamente após os longos e difíceis anos da ditadura sob a bandeira da redemocratização do país. Mais uma vez a educação tornou-se pauta para elaboração das diretrizes da educação com o espírito democrático e com a representação dos educadores e educandos.
A proposta de redação do texto da Lei nº 9.394 é resultado da postura antidemocrática e golpista do antropólogo Darci Ribeiro. Este texto tão polêmico colocado a contra gosto e sob duras críticas das entidades representativas dos professores, estudantes (UBES E UNE) e trabalhadores na educação e esse debate ocorreu em meados da década de 90, do século XX, exatamente 20 de dezembro de 1996.
No que pese saber que a primeira Lei de Diretrizes e Bases surgiu em 1961, formulada pelos militares em 1971 e sua reformulação que viga ocorreu em 1996. O governo de Fernando Collor de Mello através do MEC articula uma proposta elaborada pelos senadores Darcy Ribeiro, Marco Maciel e Mauricio Correia. O Fórum Nacional em Defesa da Escola Pública (FNDEP) em 1987 produziu um “Manifesto da Escola Pública e Gratuita”, na perspectiva dos educadores considerados como “pioneiros da educação”, sob a liderança do Professor Anísio Teixeira também o fizeram em 1932 e 1950 outro manifesto sob a liderança de Florestan Fernandes também em defesa da escola pública.
A reforma neoliberal implementada pelo ministro Paulo Renato visava adequar a educação Brasileira aos interesses do FMI, Banco Mundial através das publicações da UNESCO sobre educação para os novos tempos de globalização (neoliberalismo). O Projeto do senador Jorge Hage (PMDB-CE) contava com o substitutivo do antropólogo Sid Sabóia que contemplava as organizações ligadas aos movimentos sociais. Em 17/03/95 numa manobra regimental o Substitutivo de Cid Sabóia é retirado da pauta do plenário e estrategicamente retornado às Comissões de Educação e de Justiça e Cidadania sendo defenestrado sob a alegação de ser inconstitucional, pelo parecer do Senador Darcy Ribeiro, então relator das duas comissões. Embora a referida inconstitucionalidade nunca tenha sido levantada anteriormente.
O senador Darcy Ribeiro retira de discussão o Substitutivo do senador Cid Sabóia e apresenta uma nova proposta de LDB ao país (dele e de Marco Maciel e Mauricio Correia) sem consultar instancias representativas dos educadores e movimentos sociais que participaram do processo anterior.
Darcy Ribeiro aproveita-se do projeto que tramitava na câmara federal de autoria Florestan Fernandes a PL 45/91 que tratava apenas da concessão de bolsas de estudos para Programas de Mestrado e Doutorado, e golpeou a nação apropriando-se indevidamente do projeto (PL 45/91) para promover seu texto com a participação nas  discussões dos senadores Marco Maciel e Maurício Correia, anexando seu projeto neoliberal de LDB, numa manobra questionável, dentro do regimento interno do senado.
Será que o antropólogo Darcy Ribeiro após todos estes anos de infortúnios na educação e seus trágicos desdobramentos decorrente de seu projeto neoliberal de LDB não está, inconscientemente, acertando contas com o seu passado ao escrever que ”Aparentemente, Deus é muito treteiro, faz as coisas de forma tão recôndita e disfarçada que se precisa desta categoria de gente – os cientistas – para ir tirando os véus, desvendando, a fim de revelar a obviedade do óbvio.”?

Sobre o óbvio




* Por Darcy Ribeiro 


Nosso tema é o óbvio. Acho mesmo que os cientistas trabalham é com o óbvio. O negócio deles –nosso negócio – é lidar com o óbvio. Aparentemente, Deus é muito treteiro, faz as coisas de forma tão recôndita e disfarçada que se precisa desta categoria de gente – os cientistas – para ir tirando os véus, desvendando, a fim de revelar a obviedade do óbvio. O ruim deste procedimento é que parece um jogo sem fim. De fato, só conseguimos desmascarar uma obviedade para descobrir outras, mais óbvias ainda. Para começar, antes de entrar na obviedade educacional – que é nosso tema. É óbvio, por exemplo, que todo santo dia o sol nasce, se levanta, dá sua volta pelo céu, e se põe.


Sabemos hoje muito bem que isto não é verdade. Mas foi preciso muita astúcia e gana para mostrar que a aurora e o crepúsculo são tretas de Deus. Não é assim? Gerações de sábios passaram por sacrifícios, recordados por todos, porque disseram que Deus estava nos enganando com aquele espetáculo diário. Demonstrar que a coisa não era como parecia, além de muito difícil, foi penoso, todos sabemos. Outra obviedade, tão óbvia quanto esta ou mais óbvia ainda, é que os pobres vivem dos ricos. Está na cara? Sem os ricos o que é que seria dos pobres? Quem é que poderia fazer uma caridade? Me dá um empreguinho aí! Seria impossível arranjar qualquer ajuda. Me dá um dinheirinho aí! Sem rico o mundo estaria incompleto, os pobres estariam perdidos. Mas vieram uns Barbados dizendo que não, e atrapalharam tudo. Tiraram aquela obviedade e puseram outra oposta no lugar. Aliás, uma obviedade subversiva.

Uma terceira obviedade que vocês conhecem bem, por ser patente, é que os negros são inferiores aos brancos. Basta olhar! Eles fazem um esforço danado para ganhar a vida, mas não ascendem como a gente. Sua situação é de uma inferioridade social e cultural tão visível, tão evidente, que é óbvia. Pois não é assim, dizem os cientistas? Não é assim, não. É diferente! Os negros foram inferiorizados. Foram e continuam sendo postos nessa posição de inferioridade por tais e quais razões históricas. Razões que nada têm a ver com suas capacidades e aptidões inatas mas, sim, tendo que ver com certos interesses muito concretos.


A quarta obviedade, mais difícil de admitir – e eu falei das anteriores para vocês se acostumarem com a idéia – a quarta obviedade, é a obviedade doída de que nós, brasileiros, somos um povo de segunda classe, um povo inferior, chinfrin, vagabundo. Mas tá na cara! Basta olhar! Somos 100 anos mais velhos que os estadunidenses, e estamos com meio século de atraso com relação a eles. A verdade, todos sabemos, é que a colonização da América no Norte começou 100 anos depois da nossa, mas eles hoje estão muito adiante. Nós, atrás, trotando na história, trotando na vida. Um negócio horrível, não é? Durante anos, essa obviedade que foi e continua sendo óbvia para muita gente nos amargurou. Mas não conseguíamos fugir dela, ainda não. A própria ciência, por longo tempo, parecia existir somente para sustentar essa obviedade.

A Antropologia, minha ciência, por exemplo, por demasiado tempo não foi mais do que uma doutrina racista, sobre a superioridade do homem branco,europeu e cristão, a destinação civilizatória que pesava sobre seus ombros como um encargo histórico e sagrado. Nem foi menos do que um continuado esforço de erudição para comprovar e demonstrar que a mistura racial, a mestiçagem,conduzida a um produto híbrido inferior, produzindo uma espécie de gente-mula,atrasada e incapaz de promover o progresso. Os antropólogos,coitados, por mais de um século estiveram muito preocupados com isso, e nós, brasileiros, comemos e bebemos essas tolices deles durante décadas, como a melhor ciência do mundo. O próprio Euclides da Cunha não podia dormir porque dizia que o Brasil ou progredia ou desaparecia, mas perguntava: como progredir, com este povo de segunda classe?

Dom Pedro II, imperador dos mulatos brasileiros, sofria demais nas conversas com seu amigo e afilhado Gobineau, embaixador da França no Brasil, teórico europeu competentíssimo da inferioridade dos pretos e mestiços.O mais grave, porém, é que além de ser um povo mestiço – e,portanto, inferior e inapto para o progresso – nós somos também um povo tropical. E tropical não dá! Civilização nos trópicos, não dá! Tropical, é demais. Mas isto não é tudo. Além de mestiços e tropical, outra razão de nossa inferioridade evidente – demonstrada pelo desempenho histórico medíocre dos brasileiros – além dessas razões,havia a de sermos católicos, de um catolicismo barroco, não é? Um negócio atrasado, extravagante, de rezar em latim e confessar em português.

Pois além disso tudo a nos puxar para trás, havia outras forças,ainda piores, entre elas, a nossa ancestralidade portuguesa. Estão vendo que falta de sorte? Em lugar de avós ingleses, holandeses, gente boa, logo portugueses… Lusitanos! Está na cara que este país não podia ir para frente, que este povo não prestava mesmo, que esta nação estava mesmo condenada: mestiços, tropicais, católicos e lusitanos é dose para elefante.
Bom, estas são as obviedades com que convivemos alegre ou sofridamente por muito tempo. Nos últimos anos, porém, descobrimos meio assombrados – descoberta que só se generalizou aí pelos anos 50,mais ou menos – descobrimos realmente ou começamos a atuar como quem sabe, afinal, que aquela óbvia inferioridade racial inata, climático-telúrica, asnal-lusitana e católico-barroca do brasileiro, era como a treta diária do sol que todo dia faz de conta que nasce e se põe. Havíamos descoberto, com mais susto do que alegria, que à luz das novas ciências, nenhuma daquelas teses se mantinha de pé. Desde então, tornando-se impossível, a partir delas, explicar confortavelmente todo o nosso atraso, atribuindo-o ao povo, saímos em busca de outros fatores ou culpas que fossem as causas do nosso fraco desempenho neste mundo.

Nesta indagação – vejam como é ruim questionar! –acabamos por dar uma virada
prodigiosa na roleta da ciência. Ela veio revelar que aquela obviedade de sermos um povo de segunda classe não podia mesmo se manter,porque escondia uma outra obviedade mais óbvia ainda. Esta nova verdade nos assustou muito,levamos tempo para engolir a novidade. Sobretudo nós, bonitos. Falo da descoberta de que a causa real do atraso brasileiro, os culpados de nosso subdesenvolvimento somos nós mesmos, ou melhor, a melhor parte de nós mesmos: nossa classe dominante e seus comparsas. Descobrimos também, com susto, à luz dessa nova obviedade, que realmente não há país construído mais racionalmente por uma classe dominante do que o nosso. Nem há sociedade que corresponda tão precisado aos interesses de sua classe dominante como o Brasil.

Assim é que, desde então,lamentavelmente, já não há como negar dois fatos que ficaram ululantemente óbvios. Primeiro, que não é nas qualidades ou defeitos do povo que está a razão do nosso atraso, mas nas características de nossas classes dominantes, no seu setor dirigente e, inclusive, no seu segmento intelectual. Segundo, que nossa velha classe tem sido altamente capaz na formulação e na execução de projeto de sociedade que melhor corresponde a seus interesses. Só que este projeto para ser implantado e mantido precisa de um povo faminto, chucro e feio.

Nunca se viu, em outra parte, ricos tão capacitados para gerar e desfrutar riquezas, e para sub-julgar o povo faminto no trabalho, como os nossos senhores empresários, doutores e comandantes. Quase sempre cordiais uns para com os outros, sempre duros e implacáveis para com subalternos, e insaciáveis na apropriação dos frutos do trabalho alheio. Eles tramam e retramam, há séculos, a malha estreita dentro da qual cresce, deformado, o povo brasileiro. Deformado e constrangido e atrasado. E assim é, sabemos agora, porque só assim a velha classe pode manter, sem sobressaltos, este tipo de prosperidade de que ela desfruta, uma prosperidade jamais generalizável aos que a produzem com o seu trabalho, mas uma prosperidade sempre suficiente para
reproduzir, geração após geração, a riqueza, a distinção e a beleza de nossos ricos, suas mulheres e filhos.

Por esta razão, é que a segunda parte desta minha fala será o elogio da classe dominante brasileira. O que aspiramos,objetivamente, é retratá-la aqui em toda a sua alta competência. Mais até do que competente, acho que ela é façanhuda, porque fez coisas tão admiráveis e únicas ao longo dos século, que merece não apenas nossa admiração, mas também nosso espanto. A primeira evidência a ressaltar é que nossa classe dominante conseguiu estruturar o Brasil como uma sociedade de economia extraordinariamente próspera. Por muito tempo se pensou que éramos e somos um país pobre, no passado e agora. Pois não é verdade. Esta é uma falsa obviedade. Éramos e somos riquíssimos! A renda per capita dos escravos de Pernambuco, da Bahia e de Minas Gerais – eles duravam em média uns cinco anos no trabalho – mas a renda per capita dos nossos escravos era, então, a mais alta do mundo. Nenhum trabalhador, naqueles séculos, na Europa ou na Ásia, rendia em libras– que eram os dólares da época –como um escravo trabalhando num engenho no Recife; ou lavrando ouro em Minas Gerais; ou, depois,um escravo, ou mesmo um imigrante italiano, trabalhando num cafezal em São Paulo. Aqueles empreendimentos foram um sucesso formidável. Geraram além de um PIB prodigioso, uma renda per capita admirável. Então, como agora, para uso e gozo de nossa sábia classe dominante.

A verdade verdadeira é que,aqui no Brasil, se inventou um modelo de economia altamente próspera, mas de prosperidade pura. Quer dizer, livre de quaisquer comprometimentos sentimentais. A verdade, repito, é que nós,brasileiros, inventamos e fundamos um sistema social perfeito para os que estão do lado de cima da vida.
Senão, vejamos. O valor da exportação brasileira no século XVII foi maior que o da exportação inglesa no mesmo período. O produto mais nobre da época era o açúcar. Depois, o produto mais rendoso do mundo foi o ouro de Minas Gerais que multiplicou várias vezes a quantidade de ouro existente no mundo. Também, então, reinou para os ricos uma prosperidade imensa. O café, por sua vez, foi o produto mais importante do mercado mundial até 1913, e nós desfrutamos, por longo tempo, o monopólio dele. Nestes três casos, que correspondem a conjunturas quase seculares, nós tivemos e desfrutamos uma prosperidade enorme. Depois, por algumas décadas, a borracha e o cacau deram também surtos invejáveis de prosperidade que enriqueceram e dignificaram as camadas proprietárias e dirigentes de diversas regiões. O importante a assinalar é que, modéstia à parte,aqui no Brasil se tinha inventado ou ressuscitado uma economia especialíssima, fundada num sistema de trabalho que,compelindo o povo a produzir, o que ele não consumia – produzir para exportar – permitia gerar uma prosperidade não generosa, ainda que propensa desde então, a uma redistribuição preterida.

Enquanto isso se fez debaixo dos sólidos estatutos da escravidão,não houve problema. Depois,porém, o povo trabalhador começou a dar trabalho, porque tinha de ser convencido na lei ou na marra, de que seu reino não era para agora,que ele verdadeiramente não podia nem precisava comer hoje. Porém o que ele não come hoje, comerá acrescido amanhã. Porque só acumulando agora, sem nada desperdiçar comendo, se poderá progredir amanhã e sempre. O povão, hoje como ontem, sempre andou muito desconfiado de que jamais comerá depois de amanhã o feijão que deixou de comer anteontem. Mas as classes dominantes e seus competentes auxiliares, aí estão para convencer a todos – com pesquisas, programas e promoções – de que o importante é exportar, de que é indispensável e patriótico ter paciência, esperem um pouco, não sejam imediatistas.

O bolo precisa crescer; sem um bolo maior – nos dizem o Delfim lá de Paris e o daqui – sem um bolo acrescido, este país estará perdido. É preciso um bolo respeitável, é indispensável uma poupança ponderável, uma acumulação milagrosa para que depois se faça, amanhã, prodigiosamente, a distribuição.

Bem, esta classe dominante promotora da prosperidade restrita e do progresso contido, realizou verdadeiras façanhas com sua extraordinária habilidade. A primeira foi a própria Independência do Brasil, que se deu, de fato, antes de qualquer outra na América Latina,pois ocorreu no momento em que Napoleão enxotava a família real de Portugal. Com ela saem de Lisboa 15.000 fâmulos. Imaginem só o que representou isto como empreendimento? Não falo de epopéia de transladar esta multidão de gentes para além-mar, – afinal,mais negros se importava todo ano. Falo da invasão do Brasil por 15.000 pessoas das famílias nobres de Portugal. Foi como refundar o país, pelo menos o país dominante.

Com eles nos vinha, de graça,toda aquela secular sabedoria política lusitana de viver e sobreviver ao lado dos espanhóis,sem conviver nem brigar com eles. Toda aquela sagacidade burocrática,toda aquela cobiça senhorial com seu espantoso apetite de enricar e de mandar. Portugal, em sua generosidade, nos legava, na hora do declínio, sua nobreza mais nobre.

Aquela cujo luxo já estávamos habituados a pagar, para ela aqui continuar regendo uma sociedade confortável! para si própria como o fora o velho reino, e até mais próspera.

O resultado imediato desta transladação da sabedoria classista portuguesa foi a capacidade, prontamente revelada, pela velha classe dominante – agora nova e nossa – em episódios fundamentais. Primeiro o de resguardar a unidade nacional que foi o seu grande feito. Tanto mais em relação ao que sucedeu à América Espanhola que,sem-rei-nem-lei se balcanizou rapidamente. O Brasil, que estava também dividido em regiões e administrações coloniais igualmente diferenciadas, conseguiu, graças a essa sabedoria, preservar sua unidade para surgir ao mundo com as dimensões gigantescas de que tanto nos orgulhamos hoje.

A outra façanha da velha classe, foi sua extraordinária capacidade de enfrentar e vencer todas as revoluções sociais que se desencadearam no país. Essa eficiência repressiva lhes permitia esmagar todos os que reclamavam o alargamento das bases da sociedade, para que mais gente participasse do produto do trabalho e, assim, reafirmar e consolidar sua hegemonia. Posteriormente, coroaram tal feito com outro ainda maior, que foi o de escrever a história dessas lutas sociais como se elas fossem motins.

Recentemente descobrimos, outra vez assustados – desta vez graças às perquirições de José Honório – que o Brasil não é tão cordial como quereria o nosso querido Sérgio. Durante o período das revoltas sociais anteriores e seguintes à Independência, morreram no Brasil mais de 50 mil pessoas, inclusive uns sete padres enforcados.
O certo é que nossos 50 mil mortos são muitos mais mortos do que todos que morreram nas lutas de independência da América Espanhola, tidas como das mais cruentas da história. Os nossos,porém, foram surrupiados da história oficial das lutas sociais por serem vítimas de meros motins, revoltas e levantes e, como tal, não merecem entrar na crônica historiográfica séria da sabedoria classista.

Além destas grandes façanhas, nossa classe dominante acometeu tarefas gigantescas com uma sabedoria crescente, que eu tenho o dever de assinalar nesta louvação. Façanha sobremodo admirável, foi a nossa Lei de Terras,aprovada em 1850, quer dizer, 10 anos antes da América do Norte estatuir o homestead, que é a lei de
terras lá deles.

A lei brasileira não só foi anterior, como muito mais sábia. Sua sagacidade se revela inteira na diferença de conteúdo social com respeito à legislação da América do Norte, bem demonstrativo da capacidade da nossa classe dominante para formular e instituir a racionalidade que mais convém à imposição de seus altos interesses. A classe dominante brasileira inscreve na Lei de Terras um juízo muito simples: a forma normal de obtenção da prioridade é a compra. Se você quer ser proprietário, deve comprar suas terras do Estado ou de quem quer que seja, que as possua a título legítimo. Comprar! É certo que estabelece generosamente uma exceção carterial: o chamado usucapião. Se você puder provar, diante do escrivão competente, que ocupou continuadamente, por 10 ou 20 anos, um pedaço de terra, talvez consiga que o cartório o registre como de sua propriedade legítima.

Como nenhum caboclo vai encontrar esse cartório, quase ninguém registrou jamais terra nenhuma por esta via. Em consequência, a boa terra não se dispersou e todas as terras alcançadas pelas fronteiras da civilização, foram competentemente apropriadas pelos antigos proprietários que, aquinhoados,puderam fazer de seus filhos e netos outros tantos fazendeiros latifundiários. Foi assim, brilhantemente,que a nossa classe dominante conseguiu duas coisas básicas: se assegurou a propriedade monopolística da terra para suas empresas agrárias, e assegurou que a população trabalharia docilmente para ela, porque só podia sair de uma fazenda para cair em outra fazenda igual, uma vez que em lugar nenhum conseguiria terras para ocupar e fazer suas pelo trabalho.

A classe dominante norte-americana, menos previdente e quiçá mais ingênua,estabeleceu que a forma normal de obtenção de propriedade rural era a posse e a ocupação das terras por quem fosse para o Oeste – como se vê nos filmes de faroeste. Qualquer pioneiro podia demarcar cento tantos acres e ali se instalar com a família, porque só o fato de morar e trabalhar a terra fazia propriedade sua. O resultado foi que lá multiplicou um imenso sistema de pequenas e médias propriedades que criou e generalizou para milhões de modestos granjeiros uma prosperidade geral. Geral mas medíocre, porque trabalhadas por seus próprios donos, sem nenhuma possibilidade de edificar Casas grandes & Senzalas grandiosas como as nossas. É notório que aqui foram melhor preservados os interesses da classe dominante que graças à sua previdência, pôde viver e legar com prosperidade e exuberância. Em consequência, os ricos daqui vivem uma vida muito mais rica do que os ricos de lá, comendo melhor, servidos por uma famulagem mais ampla e carinhosa.

Como se vê, tudo foi feito com muito mais sabedoria, prevendo-se até a invenção da mucama que nos amamentaria de leite e de ternura. O alto estilo da classe dominante brasileira só se revela, porém, em toda a sua astúcia na questão da escravidão. A Revolução Industrial que vinha desabrochando trazia como novidade maior tornar inútil, obsoleto, o trabalho muscular como fonte energética. A civilização já não precisava mais se basear no músculo de asnos e de homens. Agora tinha o carvão, que podia queimar para dar energia, depois viriam a eletricidade e, mais tarde,o petróleo. Isso é o que a Revolução Industrial deu ao mundo. Mas os senhores brasileiros, sabiamente,ponderaram: – Não! Não é possível, com tanto negro à toa aqui e na África, podendo trabalhar para nós, e assim, ser catequizado e salvo,seria uma maldade trocá-los por carvão e petróleo. Dito e feito, o Brasil conseguiu estender tanto o regime escravocrata, que foi o último país do mundo a abolir a escravidão.

O mais assinalável, porém,como demonstração de agudeza senhorial, é que ao extingui-la, o fizemos mais sabiamente que qualquer outro país. Primeiro,libertamos os donos da onerosa obrigação de alimentar os filhos dos escravos que seriam livres. Hoje festejamos este feito com a Lei do Ventre-Livre. Depois, libertamos os mesmos donos do encargo inútil de sustentar os negros velhos que sobreviveram ao desgaste no trabalho, comemorando também este feito como uma conquista libertária. Como se vê, estamos diante de uma classe dirigente armada de uma sabedoria atroz.

Com a própria industrialização, no passado e no presente, conseguimos fazer treta. Nisto parecemos deuses gregos. A treta, no caso, consistiu em subverter sua propensão natural, para não desnaturar a sociedade que a acolhia. A industrialização, que é sabidamente um processo de transformação da sociedade de caráter libertário, entre nós se converteu num mecanismo de recolonização. Primeiro, com as empresas inglesas, depois com as yankees e, finalmente, com as ditas multinacionais. O certo é que o processo de industrialização à brasileira consistiu em transformar a classe dominante nacional de uma representação colonial aqui sediada,numa classe dominante gerencial,cuja função agora é recolonizar país,através das multinacionais. Isto é também uma façanha formidável,que se está levando a cabo enorme elegância e extraordinária eficácia. A eficácia total, entretanto,eficácia diante da qual devemos nos declinar – aquela que é realmente o grande feito que nós, brasileiros, podemos ostentar diante do mundo como único – é a façanha educacional da nossa classe dominante. Esta é realmente extraordinária! E por isto é que eu não concordo com aqueles que,olhando a educação desde outra perspectiva, falam de fracasso brasileiro no esforço por universalizar o ensino. Eu acho que não houve fracasso algum nesta matéria, mesmo porque o principal requisito de sobrevivência e de
hegemonia da classe dominante que temos era precisamente manter o povo chucro. Um povo chucro,neste mundo que generaliza tonta e alegremente a educação, é, sem dúvida, fenomenal. Mantido ignorante, ele não estará capacitado a eleger seus dirigentes com riscos inadmissíveis de populismo demagógico. Perpetua-se, em
consequência, a sábia tutela que a elite educada, ilustrada, elegante,bonita, exerce paternalmente sobre as massas ignoradas. Tutela cada vez mais necessária porque, com o progresso das comunicações, aumentam dia-a-dia os riscos do nosso povo se ver atraído ao engodo comunista ou fascista, ou trabalhista, ou sindical, ou outro.

Assim se vê o equívoco em que recai quem trata como fracasso do Brasil em educar seu povo o que de fato foi uma façanha. Pedro II, por exemplo, nosso preclaro imperador,nunca se equivocou a respeito. Nos dias que a Argentina, o Chile e o Uruguai generalizavam a educação primária dentro do espírito de formar cidadãos para edificar a nação, naquelas eras, nosso sábio Pedro criava duas únicas instituições educacionais: o Instituto de Surdos e Mudos, e o Instituto Imperial dos Cegos. Aliás, diga-se de passagem, o segundo deles, mais tarde, por mãos de outro Pedro monárquico – o Calmon – passou a servir de sede – é um edifício muito bonito – à reitoria da então chamada Universidade do Brasil.

Antes tiraram os cegos de lá,naturalmente. Duas são as vias históricas de popularização do ensino elementar. Primeiro, a luterana, que se dá com a conversão da leitura da Bíblia no supremo ato de fé. Disto resulta um tipo de educação comunitária em que cada população local,municipal, trabalhada pela Reforma,faz da igreja sua escola e ensina ali a rezar, ou seja, a ler. Esta é a educação que generalizou na Alemanha e, mais tarde, nos Estados Unidos, como educação comunitária.

A outra forma de generalização do ensino primário foi a cívica, napoleônica,promovida
pelo Estado, fruto da Revolução Francesa, que se dispôs a alfabetizar os franceses para deles fazer cidadãos. Aqueles franceses todos, divididos em bretões,flamengos, occipitães, etc., aquela quantidade de gente provinciana,falando dialetos atravancados, não agravada a Napoleão. Ele inventou,então, esta coisa formidavelmente simples, que é a escola pública regida por uma professorinha primária, preparada num internato,para a tarefa de formar cidadãos.Foi ela, com o giz e o quadro-negro,que desasnou os franceses, e desasnando, os faz cidadãos, ao mesmo tempo em que generalizava a educação. Como se vê, temos duas formas básicas de promover a educação popular: uma, religiosa,que é comunitária, municipal; outra,cívica, que é estatal e, em consequência, federal. O Brasil, com os dois pedros imperiais, e todos os presidentes civis e todos os governantes militares e que os sucederam de então até hoje, apesar de católico, adota forma comunitária luterana. Ou seja,entrega a educação fundamental exatamente aos menos interessados em educar o povo, ao governo municipal e ao estadual.

Pois bem, prestem atenção, e se edifiquem com a sabedoria que os nossos maiores revelam neste passo: ao entregar a educação primária exatamente àqueles que não queriam educar ninguém – porque achavam uma inutilidade ensinar o povo a ler, escrever e contar – ao entregar exatamente a eles – ao prefeito e ao governador –
a tarefa de generalizar a educação primária, a condenavam ao fracasso, tudo isso sem admitir,jamais, que seu imposto era precisamente este. O professor Oracy Nogueira nos conta que a nobre vila de Itapetininga, ilustre cidade de São Paulo, em meados do século passado, fez um pedido veemente a Pedro Dois: queria uma escola de primeiras letras. E a queria com fervor, porque ali –argumentava –havia vários homens bons, paulistas de quatro e até de quarenta costados, e nenhum deles podia servir na Câmara Municipal, porque não sabiam assinar o nome. Queria uma escola de alfabetização para fazer vereador, não uma escola para ensinar todo o povo a ler, escrever e contar. Vejam a diferença que há entre a nossa orientação educacional e as outras tradições. Aqui, sabiamente, uma vila quer e pede escola, mas não quer rezar,nem democratizar, o que deseja é formar a sua liderança política, é capacitar a sua classe dominante sem nenhuma idéia de generalizar a educação.

Como não admirar a classe desta nossa velha classe que no caso da terra, adota uma solução oposta à granjeira norte-americana;e no caso da educação, adota exatamente a solução comunitária yankee… Varia nos dois casos para não variar. Isto é, para continuar atendendo aos seus dois interesses cruciais: a apropriação latifundiária da terra e a santa ignorância popular.
Mas a amplitude de critérios não para aí, visto que para o ensino superior se fez o contrário. A escola superior, e não a primária, é que foi estruturada no Brasil segundo uma orientação napoleônica. Como os franceses, criamos uma universidade que não era universidade, mas um conglomerado de escolas autárquicas. Napoleão precisou fazer isto, talvez, para liquidar a vetustez da universidade medieval,porque ela estava dominada,contaminada, impregnada da teologia de então. Era preciso romper aquele quadro medieval para progredir. Para isto, a burguesia criou as grandes escolas nacionais, formadoras de profissionais, advogados, médicos,engenheiros, assépticos de qualquer teologismo.

O Brasil não tinha tido uma universidade. Começa pelas grandes escolas. Recorde-se que as dezenas de universidades do mundo hispano-americano foram criadas a partir de 1.550, formando ( ) . No Brasil, quem tinha dinheiro para educar o filho em nível superior,mandava-o para Coimbra. Como eram poucos os abastados, em todo o período colonial, apenas conseguimos formar uns 2.800 bacharéis e médicos. Isto significa que, por ocasião da Independência,devia haver, se tanto, uns 2.000 brasileiros com formação superior,aspirando a cargos e mordomias.

Havia, por consequência, um vasto lugar para aqueles 15.000 fâmulos reais que caíram sobre o Rio de Janeiro, a Bahia e o Recife,convertendo-se, rapidamente, no setor hegemônico da classe dominante, classe dirigente, do país, logo aquinhoada com sesmarias latifundiárias e vasta escravista.O Brasil cria as suas primeiras escolas depois do desembarque da Corte. E as cria para formar um famulário local. Mas as organiza segundo o modelo napoleônico, federal e não municipalmente. Elas nascem como criações do governo central, estruturadas em escolas superiores autárquicas que não queriam ser aglutinadas em universidades. Nossa primeira universidade, só se ( ) em 1.923. E se cria por decreto, por uma razão muito importante, ainda que extra-educacional:o rei da Bélgica visitava o Brasil, e o Itamarati devia dar a ele o título de Doutor Honoris causa. Não podendo honrar ao reizinho como o protocolo recomendava, porque não tínhamos uma universidade, criou-se para isto a Universidade do Brasil. Assim, Leopoldo se fez doutor aqui também. Assim foi criada a primeira universidade brasileira. Uma universidade que, desde então, se vem estruturando e desestruturando, como se sabe.

Mas o modelo se multiplicou prodigiosamente como os peixes do Senhor. Hoje contamos com mais centena de universidade e milhares de cursos superiores onde já estuda mais de um milhão de jovens. São tantos, que já há quem diga que nossas universidades enfrentam uma verdadeira crise de crescimento, asseverando mesmo
que seu problema decorre de haver matriculado gente demais. Teriam elas crescido com tanta demasia que, agora, não podendo digerir o que têm na barriga, jibóiam. Eu acho que o conceito de crise-decrescimento não expressa bem o fenômeno. Nosso caso é outro. O que ocorre com a universidade no Brasil é mais ou menos o que sucederia com uma vaca se, quando bezerra, ela fosse encerrada numa jaula pequenina. A vaca mesmo está crescendo naturalmente, mas a jaula de ferro aí está, contendo,constringindo. Então o que cresce é um bicho raro, estranho. Este bicho nunca visto é o produto, é o fruto, é a flor acadêmica dessa classe dominante sábia, preclara, admirável que temos, que nos serve e a que servimos patrioticamente contritos. Cremos haver demonstrado até aqui que no campo da educação é que melhor se concretiza a sabedoria das nossas classes dominantes e sua extraordinária astúcia na defesa de seus interesses. De fato, uma minoria tão insignificante e tão claramente voltada contra os interesses da maioria, só pode sobreviver e prosperar contando com enorme sagacidade, enorme sabedoria, que é preciso compreender e proclamar.

Sua última façanha neste terreno, sobre a qual, aliás muito se comenta – às vezes, até de forma negativa – foi a mobralização da nossa educação elementar. A nosso ver, o MOBRAL é uma obra maravilhosa de previdência e sabedoria. Com efeito, é a solução
perfeita. Quem se ocupe em pensar um minuto que seja sobre o tema, verá que é óbvio que quem acaba com o analfabetismo adulto é a morte. Esta é a solução natural. Não se precisa matar ninguém, não se assustem! Quem mata é a própria vida, que traz em si o germe da morte. Todos sabem que a maior parte dos analfabetos está concentrada nas camadas mais velhas e mais pobres da população. Sabe-se, também, que esse pessoal vive pouco, porque come pouco. Sendo assim, basta esperar alguns anos e se acaba com o analfabetismo. Mas só se acaba com a condição de que não se produzem novos analfabetos. Para tanto, tem-se que dar prioridade total, federal,à não-produção de analfabetos.Pegar, caçar (com e cedilha) todos os meninos de sete anos para matricular na escola primária, aos cuidados de professores capazes e devotados, a fim de não mais produzir analfabetos. Porém, se se escolarizasse a criançada toda, e se o sistema continuasse matando os velhinhos analfabetos com que contamos, aí pelo ano 2.000 não teríamos mais um só analfabeto. Percebem agora onde está o nó da questão?Graças ao MOBRAL estamos salvos! Sem ele a classe dominante estaria talvez perdida. Imagine-se o ano 2.000, sem analfabetos no Brasil! Seria um absurdo! Não,graças à previdência de criar para
alfabetizar um órgão que não alfabetiza, de não gastar os escassos recursos destinados à educação onde se deveria gastar,de não investir onde se deveria investir – se o propósito fosse generalizar a educação primária –podemos contar com a garantia plena de que manteremos crescente o número absoluto de analfabetos
de nosso país.

Também edificante, no caso do MOBRAL, é ele se haver convertido numa das maiores editoras do mundo. Com efeito, a tiragem de suas edições se conta por centenas de milhões. É espantoso, mas verdadeiro: neste nosso Brasil, se não são os analfabetos os que mais lêem, é a eles que se destina a maior parte dos livros, folhetins, livrinhos coloridos que se publica oficialmente, maravilhoso, em quantidades astronômicas. Pode-se mesmo afirmar que o maior empreendimento eleitoral – eleitoral, não editorial – do país é o MOBRAL, como  instituição educativa e como co-editora. Naturalmente que há nisto implicações. Uma delas, a originalidade ou o contraste que faremos no ano 2.000. Então, todas as nações organizadas para si mesmas e que vivem como sociedades autônomas, estarão levando a quase totalidade da sua juventude às escolas de nível superior. Neste momento, nos Estados Unidos, mais de 70% dos jovens já estão ingressando nos cursos universitários. Cuba, mesmo,- os cubanos são muito pretensiosos– está prometendo matricular toda a sua juventude nas universidades. Primeiro, eles tentaram generalizar o ensino primário. Conseguiram. Generalizaram, depois, o secundário.

Agora, ameaçam universalizar o superior. Parece que já no próximo ano todos os jovens que terminam os seis anos de secundário entrarão para a universidade. É claro para isso, a universidade teve de ser totalmente transformada. Desenclaustrada. Meditem um pouco sobre este tema e imaginem o efeito turístico que terá, num mundo em que todos tenham feito curso superior, um Brasil com milhões de analfabetos…Pode ser um negócio muito interessante, não é? Sobretudo se eles continuarem com essas caras tristonhas que tem, com esse ar subnutrido que exibem e que não existirá mais neste mundo. O Brasil poderá então ser de fato, o país do turismo, o único lugar do mundo onde se poderá ver coisas assim, de outros tempos, coisas raras,fenomenais, extravagantes. Em consequência, a crise educacional do Brasil da qual tanto se fala, não é uma crise, é um programa. Um programa em curso, cujos frutos,
amanhã, falarão por si mesmos.

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